“ES DIFÍCIL QUE SIGA”
Independiente atraviesa una tormenta que pareciera no tener fin y ante cada día que pasa, se hace más fuerte y por si fuera poco el granizo y el viento dicen presentes.
Silvio Romero es uno de los futbolistas que intimó vía Agremiados y que podría dejar el club. Frente a esto, el delantero dialogó en TyC Sports y arrojó el siguiente dicho: “La realidad es que sigo perteneciendo al club, pero mi continuidad en es difícil. La relación está desgastada y estoy dolido porque este club me dio mucho”.
En la nota, el capitán comentó la situación salarial que el Rojo mantiene con él: “El planteo de la CD es que no pueden sostener mi contrato, y yo acepto que es alto, pero no puedo mandar cartas cada cuatro meses. Estoy hace dos años y medio, y siempre se me pagó con atrasos y hubo deudas. Conmigo se manejaron siempre así”.
“Cuando hicimos la intimación fui muy claro con Héctor Maldonado y le dí mi palabra para no irme libre. Tuve la posibilidad de romper mi contrato, pero firmé un arreglo. Quizás ellos no me quieren en Independiente” retrucó el Chino.
Además, agregó: “Accedí a no irme libre, pero no con los números que circularon. Lamentablemente no es mi problema si no lo pueden pagar; cuando fueron a buscarme, me prometieron el Obelisco y estoy agradecido de que un club tan grande se haya fijado en mí”.
Por su parte, el goleador comentó el cansanció que padeció durante su llegada a Avellaneda: “Me desgastó mucho que para traerme de América, un representante, al que no conozco, metió a otro jugador. Yo quiero que las cosas sean claras y sin intermediarios”.
“¿En dónde voy a estar mejor que acá? soy el capitán y siento mucho cariño por la gente. Al principio estaba en deuda dentro de la cancha, pero después ganamos la Suruga Bank, goles en la Copa Libertadores, la capitanía y ser el goleador del torneo local” sentenció Romero.
¿Continuará el máximo artillero del plantel con la camiseta del Rojo?
Será cuestión de esperar una resolución que, al menos por ahora, parece tener un final negativo para Lucas Pusineri, quién deberá armar un equipo con un plantel cada vez más diezmado.